Muy probablemente es una tentación ver una ‘inhibición’ o un ‘bloqueo’ (si se quiere expresar así) donde en realidad solo hay un organismo que se estructura con tiempos y modalidades diferentes a los que tienen otros, teniendo en cuenta sus aperturas, sus cierres y sus necesidades, reconocidas o no. Sin duda, una mujer que algunos definirían como ‘sexualmente inhibida’ o un hombre considerado ‘impotente’ son simplemente personas que en un momento determinado están poco interesadas en explorar la sexualidad en algunas de sus formas, ya que tienen otros tiempos, otras necesidades u otros compromisos evolutivos.
Como consecuencia directa, uno puede preguntarse si está más ‘inhibida’ una persona que limita su actividad sexual para salvaguardar la integridad en otros aspectos de su ser, o otra con una actividad erótica sofisticada pero en la que no está emotivamente presente.