La voz del maestro
Considera las consecuencias de que otros te consideren un maestro: descubrirás que ya no importa lo que dices.
No importa lo que digas, todo se escuchará en el contexto de la voz del maestro. Un apretón de manos casual será entendido como una inducción al trance. Las historias personales sobre como educas a tus hijos serán interpretadas como astutos mensajes hábilmente creados, destinados a resolver el problema de alguien.
Un erupto se convierte en una intervención brillante. Roncar en una siesta se convierte en la voz de la sabiduría. Las tonterías dichas sin más se registran como el discurso terapéutico del futuro. Cuidado con las trampas de la fama. Evita las actitudes del “maestro” y vuelve a abrazar y a cultivar la “mente del principiante”. Mantén y respeta la ignorancia. Habla para sentir la sorpresa que viene de tu voz.
P. Keeney
del libro La terapia improvisacional